Pautas estimulación Lenguaje Oral:
- La alimentación ha de ser sólida, evitando la succión.
- Utilizar situaciones cotidianas para el desarrollo de la comunicación y del lenguaje como por ejemplo durante el baño o mientras el/la niño/a está jugando. En estos momentos se producen muchas situaciones comunicativas que son las que más contribuyen a desarrollar el lenguaje del niño.
- El lenguaje que usemos ha de adaptarse al del niño/a, con una entonación adecuada pero sin ser infantilizado y sin diminutivos.
- Es muy importante que cuando el/la niño/a diga frases incompletas o pronuncie de forma incorrecta alguna palabra le corrijamos de manera indirecta, es decir, repitiendo las palabras que ha dicho con corrección y completando la frase. Por ejemplo, si dice: “ota”, en vez de pelota, podremos contestar: «sí, la pelota es verde». Así, cuando es nuestro turno para responder o continuar la conversación devolvemos al niño, lo que diga mal, de forma correcta sin hacerle sentir incompetente.
- En ningún caso castigar o llamar la atención al niño por su habla. Evitaremos decir frases negativas, como: «muy mal, así no se dice».
- Hablarle en un tono y ritmo adecuado, sin gritar y sin hablar demasiado rápido.
- Intentar responder a todas las preguntas que haga, de forma clara y simple, de esta manera fomentamos el diálogo y el interés por conocer.
- Potenciar el encuentro con otros/as niños/as (en el parque, familiares, etc. ), facilitando que aprenda a desenvolverse en diferentes entornos y con distintas personas.
- El uso de las pantallas (televisión, móvil, tablet, videojuegos…) deberá reducirse lo máximo posible, de manera que no pierdan oportunidades para practicar y dominar habilidades comunicativas. Se sustituirá por la calidad comunicativa que brinda la interacción con la familia, amistades, vecindario, etc.
- Estimular el desarrollo del lenguaje en los/las niños/as a través de canciones, cuentos con imágenes, libros álbum, ver álbumes familiares, realizar juegos de onomatopeyas, imitar sonidos de animales, vehículos, hablar con el/la niño/a de cosas cercanas y cotidianas, por ejemplo, de sus rutinas, juegos favoritos, etc.
- No adelantarse a las necesidades del niño/a para que darle la oportunidad de expresarlas, así estimulamos al niño a que utilice el lenguaje a través de peticiones y de expresión de intenciones.
- Tampoco concluiremos ni las palabras ni las oraciones que a le cueste decir.
- Cuando se le piden cosas las nombraremos con la palabra exacta, evitando expresiones tales como: eso, toma esto, esa cosa, etc.
- Facilitamos la escucha y ofrecemos un modelo correcto de pronunciación poniéndonos a su altura, mirándole cara a cara siempre que nos esté comunicando algo.
- Escuchar al niño/a para hablar sobre lo que le interesa y asegurar su atención.
- Trasmitir al niño/a la idea de que hablar es divertido.
- Repetir todos los días los juegos y las historias favoritas de mi hijo/a (aunque a nosotros como adultos nos pueda parecer aburrido).
- Procurar ofrecerle posibilidades de elegir, para que tenga ocasión de hablar y conseguir cosas con el lenguaje. Por ejemplo: «¿quieres el lápiz rojo o el verde?, ¿prefieres el abrigo gris o el azul?»